Artículo para La marcha del camionero.
Barcelona, 25 enero 2015
Barcelona, 25 enero 2015
“ENIGMA” O LA VIDA DE ALAN TURING
Julio Films
El nuevo año ha empezado con el estreno de la película THE IMITATION GAME, titulada en castellano como “Descubriendo Enigma” (Reino Unido, 2014) del director M. Tyldun e interpretada en el papel protagonista de Alan Turing por el actor Benedict Cumberbatch.
En los últimos tiempos ha sonado algo el nombre hasta hace poco desconocido de Alan Turing, con motivo de algún aniversario de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). ¿Pero, que relación tuvo Turing con esta guerra?.
Alan Turing (Manchester, Inglaterra, 1912-1954) fue un científico matemático, estudió en la prestigiosa universidad de Cambridge, especialista en criptografía, creó en los años cuarenta un primer ordenador y por eso hoy en día es considerado el padre de la informática. El premio más importante referido a la informática lleva merecidamente su nombre.
Pero en su brillante biografía faltaba una parte importante relativa a su vida más íntima: Turing era homosexual…Y eso en el Reino Unido en aquellos años suponía un problema, la homosexualidad estaba considerada como un delito, se trataba de la misma legislación que padeció el cébre escritor Oscar Wilde en el siglo XIX o sea 50 años antes, esa anticuada e injusta ley no fue derogada hasta los años ’60 del siglo pasado.
La película comienza con una escena donde se ve la casa de Turing con todo revuelto después de producirse un robo, ocurrió a través de un joven “amigo” que hizo de cómplice para que un ladrón entrara en su casa. A partir de este hecho la policía husmeó en la vida de Turing averiguando su homosexualidad hasta entonces ocultada.
Pero vayamos primero al meollo del importante trabajo que Turing efectuó durante aquellos años, por lo que ha pasado a la historia.
“ENIGMA” SALVÓ VIDAS...
“Enigma” era el nombre dado a una máquina que los nazis habían inventado para enviar y recibir mensajes cifrados que la Royal Navy había conseguido en uno de los barcos y submarinos alemanes caídos en su poder. Como se puede ver en una de las fotos “Enigma” parecía a simple vista una máquina de escribir con su teclado pero con unos mecanismos que posibilitaban encriptar mensajes.
La Marina inglesa ofreció este aparato a Turing para que con un pequeño equipo de especialistas dirigido por él mismo, se dedicara a intentar descifrar los endiablados mensajes de la Wehrmacht que nadie podía descifrar y que continuamente se recibían en el servicio de espionaje, en este caso por un equipo de mujeres telefonistas.
La personalidad peculiar de Turing, la poca empatia para relacionarse con su equipo, asi como la burricie e incomprensión de los jefes de la Armada británica, hicieron a veces que el
proyecto estuviera a punto de naufragar. Pero en las altas esferas, a nivel del primer ministro Churchill, sabedores de la alta importancia del proyecto hicieron lo imposible para salvarlo destinandole aún en tiempos de guerra, un importante presupuesto económico.
Desde 1940, el pequeño equipo de “Enigma” entraba a trabajar en una fábrica de radios en los alrededores de Londres, en Bletchley Park, evidentemente aquello solo era una tapadera de esta operación que tenía que quedar ultrasecreta.
Durante meses y meses este equipo dirigido por Turing se estuvo quemando las cejas intentando desencriptar o sea descifrar los mensajes enviados por los nazis, que no eran inocuos puesto que se referían a las ordenes dadas para bombardear Londres, para hundir barcos o para dar instrucciones a los espías alemanes infiltrados en las filas británicas.
Hasta que un memorable día el “milagro” se produjo, se había logrado descifrar utilizando la máquina “Enigma” y el ordenador que Turing había fabricado, ¡el primer ordenador de la historia!. Evidentemente este trascendental descubrimiento fue mantenido en secreto para no levantar la liebre, pero a partir de entonces se pudieron salvar miles de vidas aparte de aportar una ayuda decisiva para la victoria en varias batallas como la de El-Alamein en el norte de Africa asi como la del Atlántico, igualmente se produjo una escabechina de espías nazis en el Reino Unido.
Al finalizar la guerra el reducido equipo de “Enigma” tuvo que jurar que ninguno de ellos diría que trabajó allí y que nadie conocía a nadie. El ordenador y demás documentación fueron quemados para no dejar rastro alguno. Y hasta pasados 50 años no se levantó el secreto sobre estos hechos.
EN 1951…
Solo habían pasado seis años, cuando como he dicho antes, se produjo un robo en casa de Turing que fue el hilo que llevó al ovillo…, cuando los sabuesos de la policía británica averiguaron que el cientifico era homosexual.
¡Que gran contradicción! El hombre que había salvado tantas vidas, era ahora acusado de “actos indecentes” y condenado por el “delito” de ser homosexual. Pudo escoger entre pena de prisión o tratamiento médico para “curarle” o sea un tratamiento a base de estrógenos o sea la llamada castración química.
Este injusto castigo le condujo a una gran depresión y a una resolución fatal, en 1954 decidió suicidarse de una manera peculiar, comiendo una manzana envenenada con arsénico. Tenía solo 41 años. Los reconocimientos llegaron demasiado tarde, en 2013 la reina Isabel II en la época del primer ministro Gordon Brown le otorgó a título póstumo el indulto. Y entre otros reconocimientos, en su ciudad natal Manchester, se le ha erigido un monumento y colocado una placa recordatoria: “Alan Turing (1912-1954). Fundador de la ciencia informática y criptógrafo…”
Saludos para todos de,
Julio Films.
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